La radio, siempre presente en la vida de los españoles. Desde la muerte de Franco al mensaje del Rey ante el referéndum ilegal de Cataluña. Un medio de comunicación rápido, sin intermediarios y que conserva el sello de autenticidad de “lo ha dicho la radio”.
En los momentos más cruciales de la historia de España, desde el siglo pasado hasta ahora, la radio ha sido protagonista. Lo fue durante los primeros momentos de la Guerra Civil, en julio de 1936, y durante todo el conflicto bélico, empleada con desigual acierto por uno u otro bando. Los españoles, sin apenas distribución de periódicos por los frentes abiertos y la escasez de papel y tinta, siguieron la contienda y conocieron su final el 1 de abril de 1939, a través de sus receptores de válvulas. También pudimos conocer la muerte del general Franco, el 20 de noviembre de 1975, antes de ver a Carlos Arias Navarro en blanco y negro por la televisión o poder leerlo a toda plana en los periódicos horas después. El 23 de febrero de 1981, la labor de la Cadena SER transmitiendo minuto a minuto lo que ocurría en el Congreso de los Diputados y en toda España (Radio Nacional fue tomada por algunos militares sublevados) contribuyó decisivamente a dar al traste con el intento de golpe de Estado. De hecho, esa tensa madrugada ha sido denominada por los historiadores como “la noche de los transistores”.
Qué decir de las decenas de programas especiales que, durante décadas, tuvieron que poner al tanto a la población de las trágicas consecuencias de la irracional violencia terrorista. Valgan como muestras, en el caso de las acciones criminales de ETA, la cobertura informativa del atentado de Hipercor en Barcelona, el seguimiento del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco o la exclusiva de la liberación de José Antonio Ortega Lara que ofreció Onda Cero; y en lo que se refiere a la violencia yihadista, el servicio que prestó de nuevo este medio de comunicación en la fatídica jornada del 11 de marzo de 2004 en Madrid o en los recientes atentados de la Ciudad Condal y Cambrills. Siempre la misma reacción: “pon la radio, corre, a ver qué está pasando”.
La radio, también en el referéndum ilegal
Y lo mismo ha ocurrido con el intento de celebración del referéndum ilegal de independencia convocado el 1 de octubre en Cataluña. La práctica totalidad de las emisoras –nacionales, autonómicas y locales- relataban lo que ocurría en las calles desde primera hora de la mañana hasta bien entrado el día 2. La radio se hacía presente, una vez más, en la vida de todos los españoles, sirviéndolos solvente y eficazmente… Como lo seguirá haciendo, ocurra lo que ocurra en esta comunidad autónoma.
Evidentemente, no se puede desmerecer la labor del resto de medios de comunicación en estos acontecimientos, solo faltaría, pero lo cierto es que ni la televisión en directo –por su complejidad técnica–, ni la velocidad de internet y de las redes sociales –esta última, vertiginosa– puede igualar a la rapidez de la radio. Hoy en día, un simple móvil con una aplicación permite entrar en directo para contar lo que ocurre con una calidad de sonido excelente. No hay que escribir nada, ni siquiera 140 o 280 caracteres; ni trajinar con el teclado para editar y subir la fotografía o el vídeo correspondiente. No hace falta. La comunicación radiofónica es aquí y ahora. Siempre rápidamente. A menudo, inmediatamente. En ocasiones, casi instantáneamente. A veces, pocas, como las anteriormente mencionadas, prácticamente simultánea.
Además, junto a la información en directo, in situ, en la radio se transmite la impresión propia. La experiencia del que cuenta en directo los hechos que está viviendo. Un profesional describe con detalle lo que ve para que quien lo escucha en el coche, en casa, por la calle con la app de su móvil, en el gimnasio, trabajando, etc. sepa lo que ha pasado, lo que está ocurriendo, con la emoción y los matices que solamente la palabra, materializada en la voz, puede darle. No hay intermediarios. Están solos, a un lado y otro del receptor, quien habla y quien escucha, unidos por un estrecho vínculo de confianza: “lo ha dicho la radio”.
Al fin y al cabo, como dijo el sociólogo y durante tanto tiempo contertulio radiofónico Amando de Miguel, lo que oímos por la radio no es una representación de la realidad, sino la realidad misma.
José María Legorburu/Eldebatedehoy.es