Comunidad, escuela y taller de una comunicación cristiana
1.- Como comunidad de creyentes, en primer lugar, quieren vivir los lazos de unidad y de fraternidad de sus miembros, su ayuda mutua, en lo personal y en lo profesional. A su servicio será una comunidad de comunión de vida, de oración y de acción. Son consientes, por ello, de que el frondoso árbol de su misión periodística sólo puede mantenerse en pié si el tronco que sostiene esas ramas esta a su vez sostenido por las raíces de una comunión profunda, con Dios y entre ellos, una comunión que es contemplación, que es “vivir dentro para poder vivir fuera”, como María.
2.- Como escuela, en segundo lugar, “quieren aprender, a partir del magisterio de la Iglesia sobre comunicaciones sociales, y de las reflexiones y los testimonios de ellos mismos y de otros periodistas cristianos, a ser buenos comunicadores, comunicadores cristianos de lo cristiano, periodistas que se dejan iluminar por el Espíritu de Cristo para que sea él el modelo de su discernir, sentir, hacer, y decir, de su trabajar en el mundo del periodismo, entendido como un servicio evangélico a la sociedad. Escuela también de “imaginación en la caridad” en ese magisterio impresionante que es un corpus de sabiduría evangélica que les enseña a ser críticos ante el mundo en el que viven, y sobre todo ante ese mundo ambivalente de la estructura comunicativa.
3.- Como taller, en tercer lugar, aprenden a trabajar juntos, a trabajar con un norte, con un sentido, privilegiando el “como” al “que”, como una especie de laboratorio de verificación de que entre vida de fe y comunicación social no sólo no hay un muro sino que la primera penetra en la segunda y la informa desde un escrupuloso respeto a la autonomía de sus leyes, sus lenguajes, y sus procesos, que no sus convencionalismos.
Comunidad, escuela y taller, para la Crónica Blanca que pueda ser una gota de agua más en el río -no estanque, porque está en movimiento- de la presencia eclesial en la comunicación social, para evangelizar a través de los medios de comunicación, y para evangelizar la cultura mediática de la nueva sociedad de la información.